7/06/2012

Gemidos entrecortados y enlazados
entre roces de seda y terciopelo.
El invierno se posa cerca y se arropa
justo al lado muy cerca de mi boca.
La calma despierta entre versos escritos
por soñadores y enamorados poetas.



Delirios de gozo y placer que atraen.
Boca sedienta de sed que derrama
verano en la piel. Dorado el sol
se muestra, y entre cortinas de penumbra
y pereza, la pasión renace melosa
impregnando sabor con lujuriosa fuerza.




Las estrellas se desploman formando
un lecho firme y brillante, y se apoderan
de mí un instante las tardes, y las
las noches y los días se duermen
embobados en caricias enredando en
orgasmos, mis curvas y delicias.


El cálido y tibio jugo que inunda mi voz
se hace añejo al arquear mi cuerpo,
al palpitar de deseo, y al sentir el aliento.
Y da paso al desenfreno que se graba en mi
pecho, o en un beso, o en la pericia de este
momento, donde acudes tú asido a mi pecho...




PASSIÖN