9/04/2011


La que me abraza cuando no
quiero llorar.
La que me atraviesa en un susurro,
"No mi niña, él no está...."
Me retiene
me suelta,
me da calor
siente mi sentir...
Giro mi cabeza,
oscuro cuarto menguante.
Se agranda y se hace
pequeña a la vez,
alargo mi mano
buscando sus palabras,
esperando poder tocarlas
igual que las siento.
Pero frías son las palabras
cuando no tienen apoyo,
cuando se dicen desde unos
labios demasiado cansados.
Escribe un sentimiento,
lo quema,
lo destroza,
se hace una hoguera con él.
Bailamos alrededor de
la hoguera,
le sigo la danza,
toma mi mano y
miles de lágrimas luchan,
pero no salen.
Desde mi almohada
le siento,
pienso en su voz,
y siento el despertar del día
aún de madrugada.
Esta larga madrugada que se
adivina eterna entre su
ausencia.


PASSIÖN